viernes, 12 de octubre de 2012

Justificación injustificada.


Las justificaciones son siempre innecesarias. Nadie las necesita; las cosas se dan y no hay necesidad de andar explicando por qué. Los porqués son siempre rebuscados. Este blog atravesó un período de escasez de contenidos debido a las tribulaciones existenciales que atacaron a su autor. Mejor no entrar en detalles al respecto. Durante unos minutos, antes de empezar a escribir esto, el autor consideró la posibilidad de cerrar el blog, sin despedidas ni avisos de ningún tipo. "Nadie lo extrañaría", eso pensó. Pensó otra vez. Decidió que en realidad no era culpa del blog; este no había perdido su razón de ser. Aún serviría. Aún sería una bitácora para registrar ocasionales impresiones (más o menos inadecuadas o fuera de lugar) respecto a lo que leía, veía o escuchaba, lo cual siempre cumplió una función liberadora. Quizás al universo le de lo mismo si este blog existe o deja de hacerlo, pero al autor le importa, aunque últimamente ande pensando que no. El blog cumple un año en este mes y ese tipo de rituales humanos obsesionados con la temporalidad sí terminan cargando de significado a las cosas. Por eso se quedará. Por eso sobrevivirá. Es más: para garantizar su supervivencia ante potenciales crisis futuras, desde este momento la existencia del blog es independiente de la de su autor. Ya no serán uno los dos. No creo que haga falta resaltar lo que eso implica: el autor deja de ser absolutamente responsable por los contenidos. "Cadáver Exquisito" está vivo, ergo, tiene voluntad propia. Reading discretion is advised. 

1 comentario:

  1. la temporalidad obsesiona al hombre, es la idea de trascendencia la que ata los tobillos de las personas y las condena a correr intergeneracoinalmente... como la cancion de guardarraya pobre animal, aunque la cancion es adecuada para las etnias locales por la crítica a la idiosincracia latina principalmente, el pensamiento chapado a la antigua ha declinado

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